Change Agent
Por Michael Lallo.
Septiembre 11 de 2011.
Muy lejos de la fría Dana Scully que la hizo famosa, Gillian Anderson habla con Michael Lallo sobre su nueva película, su crianza transatlántica y sobre cómo la actuación la salvó.
Fotografía: Quentin Jones
Gillian Anderson estuvo tras bastidores en el estadio de Wembley, a la espera de dirigirse a la multitud en un concierto en memoria de Diana, cuando Victoria Beckham pasó frente a ella. Habiendo notado que el cuello de su camisa estaba hacia arriba, se acercó y lo bajó pensando que le estaba haciendo un favor a la elegante fashionista.
"Tendrías que haber visto la mirada que me lanzó", Anderson ríe, escondiendo su rostro entre sus manos. "Aparte del hecho de que destruí su 'look', la asusté porque lo hice desde atrás. Ahora trato de no ser de ayuda, especialmente cuando a moda se refiere".
Sentada junto a la ventana del piso superior del Langham, un hotel de lujo en Melbourne, Anderson se ve muy diferente a la Agente Scully, personaje de "The X-Files" que la lanzó al estrellato a mediados de los noventas. El cabello rojo fuego ya no está, ha sido sustituido por largos cabellos rubios. Y en contraste con la actitud contenida de Scully, Anderson es expresiva y rápida para las risas, su acento americano está teñido con la cadencia del británico.
Ella sospecha que de haberse quedado en Norteamérica después de que terminara "The X-Files", podría haber sido encasillada en papeles de "agente especial". En su lugar, regresó a su hogar de la infancia en Londres, donde fue elegida para participar en varias producciones teatrales y para la adaptación de la BBC de la obra de Dickens, "Bleak House".
"Es muy fácil para los actores en el Reino Unido desplazarse entre la televisión, el cine y el teatro", dice. "No perderías credibilidad en absoluto si hicieras un drama para la BBC después de haber hecho un película de Mike Leigh. En América creo que se está haciendo más fácil pero le ha llevado mucho tiempo".
Sin embargo, su más reciente papel es el de Pamela Thorton, cabecilla de la agencia británica MI7, en la comedia de Rowan Atkinson, "Johnny English Reborn". Con labios fruncidos, Anderson interpreta "el hombre serio" para el torpe aspirante a James Bond de Rowan Atkinson.
"La sola idea de ser la cabecilla de cualquier cosa me parte de risa, porque todavía siento como si tuviera diecisiete años", dice.
"También sentí que era un desafío interpretar un papel que era parecido a lo que ya había hecho antes, al tratar de hacerlo lo más diferente posible".
No es de extrañar que Anderson, le hinque las uñas al acento británico de su personaje. Ella ha descubierto que su entonación y vocabulario también cambian de acuerdo a su ubicación. En los Estados Unidos, por ejemplo, ella va al baño, mientras que en Inglaterra, visita el lavado. Pero como explicó en el programa de televisión de Jay Leno, su cambio de acentos no es intencional y cualquier esfuerzo para alterarlo sólo la hace consciente de ello.
La identidad cultural ha sido un asunto de hace mucho tiempo para Anderson. Cuando era niña, sus compañeros británicos, a pesar de que ella hablado como ellos, la llamaban yanqui debido a sus padres estadounidenses. Mientras que, cuando se mudo a Michigan junto a su familia a la edad de once, se convirtió en "la niña británica".
"Era una muy republicana, y encaminada ciudad", dice. "Todo el mundo amaba la forma en que hablaba y me daban goma de mascar y querían conocerme. Y como hacen los niños, me aproveché de esa atención y empecé a sobornarlos por su goma. Pero después de un tiempo, me sentí muy sola. Creo que me di cuenta que esas amistades estaban basadas en algo que no era real".
Fue una adolescente rebelde que adoptó un peinado mohicano, puso un ojo de cerdo en el escritorio de un maestro y fue arrestada tratando de verter pegamento en las cerraduras de las puertas de su escuela. Luego descubrió la actuación.
"Audicioné para un papel en una obra de teatro de la comunidad y fue seleccionada para formar parte del elenco", dice. "Incluso en los ensayos, ya me di cuenta que estaba en el lugar en el que necesitaba estar".
"Recuerdo estar en el escenario y pasada la obra las personas se me acercaban para darme una retroalimentación positiva. Quería más de eso. En realidad no había mucho más en lo que fuera buena pero en verdad sabía cómo hacer esto".
Anderson podría, sin embargo, descubrir su próximo papel en la televisión australiana, como una participante involuntaria de "Border Security" (Seguridad Fronteriza).
"Traje un poco de 'chilli chocolates' de contrabando al país", susurra, inclinándose hacia adelante. "Arriba tengo algunos en mi maleta... pero no imprimas eso hasta que deje Australia en un par de días. Es ilegal traer comida contigo y no quiero ser arrestada".
Johnny English Reborn se estrena a nivel nacional el 15 de septiembre.
Texto Original: Sidney Morning Herald.
Fuente: Just Gillian Anderson.
Traducción: EGA.
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