martes, 27 de diciembre de 2011

Gillian conversa con 'The Telegraph'

Por Bryony Gordon.
Diciembre 26 de 2011.

La actriz Gillian Anderson habla sobre amor, la pérdida de un hermano y el reto de interpretar a Miss Havisham.




Gillian tiene un tatuaje en la muñeca derecha que está escrito en sánscrito y cuando le pregunto lo que significa me dice riendo, que su traducción aproximada es "no es asunto tuyo". Anderson es una curiosa mezcla de cautela y despreocupación, rehusándose a comentar sobre un poco de tinta en la piel y sin embargo, hablando abiertamente acerca de su hermano Aaron, que murió hace tres meses debido a un tumor cerebral. Sólo tenía 30 años. Comento, aunque es obvio, que debe haber sido un año difícil. "Bueno, ciertamente han sucedido muchas cosas este año. Pero siento que he aprendido. Siento que he cambiado en una forma positiva."

Aaron fue diagnosticado con neurofibromatosis cuando sólo tenía tres años de edad. Era una condición poco común que no tenía una cura conocida y que causa el crecimiento de tumores en el tejido nervioso, dando lugar a anormalidades en la piel y los huesos, pero Anderson comenta que, "Es cuestionable que estuviera relacionado con eso. Su condición envolvía tumores pero muy raramente tumores cerebrales, y por lo tanto, el hecho de que tuviera uno inoperable fue algo impactante e inusual. Estaba haciendo un doctorado en Stanford. Estaba en medio de una joven vida."

Aaron era budista, "Y debido a eso estaba preparado. Le diagnosticaron el tumor a los 27 años y se le complicó bastante al final pero él estaba completamente listo. Por ese motivo fue algo muy notable para todos aquellos que llegaron a ser testigos de su enfermedad y su lucha." ¿Fue más duro para los que observaban que para el propio Aaron? "Sí y no. Quiero decir, mis padres son extraordinarios...", se le desvanece la voz. "Creo que todo se reduce a la percepción que él tenía de todo, a la aceptación de su camino. Ninguno de nosotros se estaba aferrando para tratar de sacarlo de nuevo al mundo. No queríamos que nada fuera diferente de la forma en que estaba sucediendo porque estaba muy claro que él estaba bien."

Muchas entrevistas hacen hincapié en el hechizo de Anderson por las terapias, en su infancia nómada, que la vio mudarse de Chicago a Puerto Rico, y luego a Londres y a Michigan y de los ataques de pánico que ha sufrido mientras hacía teatro. "Quiero decir, ¡la cantidad de veces que he leído las mismas j***das cosas!". Eso, dice Anderson, "perturba mi mente", porque no siente que sea algo representativo de las conversiones que ha tenido con los periodistas. La hace parecer una actriz emocional y autoindulgente, cuando en realidad es una muy buena compañía.

Nos reunimos en Londres (su hogar, en el que vive con su pareja y sus tres hijos) para hablar de su papel como Miss Havisham en "Great Expectations", la adaptación navideña de la BBC, su segundo papel de Dickens para la cadena, habiendo interpretado a Lady Dedlock en su adaptación de "Bleak House". Anderson es sorprendentemente hermosa, mucho más que en la pantalla y habla con un acento inglés, que de alguna manera parece sentarle mejor. Llega sola, gruñendo en una cuatro por cuatro y disculpándose por llegar tarde, explicando que casi se queda sin gasolina en la carretera M4, mientras viajaba desde el lugar donde tiene su casa hasta Londres. ¿En qué parte del país se encuentra? De nuevo se queda en silencio y cuando le digo que pregunté sin ninguna intención, que no estoy pensando en anotar su dirección completa y luego imprimirla en papel, se relaja un poco - lo suficiente, al menos, como para nombrar el condado de Wiltshire.

Y eso es lo que pasa con Anderson; habla con fluidez y articulación cuando se le pregunta sobre sentimientos y experiencias, y todas las cosas personales, pero cuando se le consultan cosas aparentemente inofensivas, se vuelve extrañamente reservada. La actriz de 43 años probablemente se rehusaría a decirles lo que comió en el almuerzo pero pregúntenle si estaba consciente de lo joven que era, según los estándares modernos, cuando tuvo un bebé y se casó (a los 24 años), y ella saldrá con algo. "Bueno, en realidad nunca he estado consciente de nada en mi vida. Cuando estaba haciendo 'The X-Files', la gente solía decirme, 'Oh, Dios mío, tu vida es un torbellino - conseguiste este trabajo a los 24, te casaste, quedaste embarazada, te divorciaste'. Pero mi respuesta siempre fue, ¿No es lo que la gente suele hacer? En realidad, nunca retumbó en mi cabeza de la forma en que la gente lo decía."

Y luego, sin preguntarle comenta; "Creo que... el problema tal vez sea... a que no tengo ninguna clase de arrepentimientos, porque cualquier arrepentimiento significaría que desearía no haber hecho la serie o haber tenido a Piper (su primera hija), pero supongo, que si tuviera la oportunidad de hablar conmigo misma siendo joven, podría haber deseado tener un poco más de consciencia. Me hubiera gustado saber que tenía una opción. No una elección en términos de tener o no el bebé. Pero creo que hubo un par de veces en mi vida, en las que pude haber dicho que no, o podría haber dado un paso atrás. Pero siempre seguí cualquier camino que el viento me soplara." 

Se  ha divorciado dos veces. De un camarógrafo de "The X-Files" (el padre de Piper, quien ahora tiene 17 años) y del documentalista Julian Ozanne. ¿Se casará con Mark Griffiths, el empresario con quien tiene hijos de tres y cinco años? ¿O ya acabó con el matrimonio? "Ni lo uno ni lo otro. No tengo idea". Dice que le gusta tener hijos ahora, cuando "no está trabajando 16 horas al día. Estaba filmando 'The X-Files' cuando nació Piper, ella se quedaba en mi tráiler cuando yo estaba en los sets. Creo que ser padre siendo un poco mayor hace una gran diferencia, hablando sobre la clase de atención y apreciación que se tiene por el niño."

¿Se sentía un poco atrapada interpretando a la agente Dana Scully? Anderson asiente. La serie duró poco menos de diez años y ha tenido dos largometrajes, pero da la sensación de que ella sería feliz si nunca tiene que volver a repetir el personaje otra vez, ya que relativamente, hace poco tiempo empezó a conseguir las partes que realmente quiere hacer. El año pasado estuvo nominada a un premio Olivier por su interpretación de Nora en "A Doll's House" del teatro Donmar. Apareció en "The Last King of Scotland", dió un giro maravilloso como Wallis Simpson en "Any Human Heart" e interpretó el papel de Mrs.Castaway en la reciente adaptación de "The Crimson Petal and The White."

Anderson es una fabulosa actriz de personajes. Consiguió nominaciones en los premios Bafta, Golden Globe y Emmys por su interpretación de Lady Dedlock, aunque Miss Havisham, parece ser un desafío más grande, quizás sea porque es un personaje más emblemático de Dickens, que ha sido interpretado por todos, desde Martita Hunt a Anne Bancroft y a Charlotte Rampling (Helena Bonham Carter también lo hará en una película de la BBC que se estrenará el próximo año)

Algunos han dicho que Anderson es demasiado hermosa, joven y glamorosa para interpretar a Miss Havisham, habiendo uno de los expertos en Dickens descrito a la actriz como "alguien que está a la caza de un muchacho joven en lugar de parecer una bruja". Pero en la pantalla, Anderson aparece con los labios agrietados, la piel rasguñada y su actuación es casi etérea. "Es un argumento interesante (con respecto a la edad de Miss Havisham), porque está escrito desde la perspectiva de Pip y cuando yo tenía 12 años cualquier persona que estuviera por encima de los 25 años me parecía vieja. Es de suponer que Miss Havisham fue plantada en el altar cuando tenía 18 o 20 y han pasado 25 años desde entonces..." Y de hecho, Anderson se pregunta, "Si no es más interesante que no tenga 70 años. Porque entonces, cuando el Pip adulto aparece la situación resulta más provocativa". Así que sí, tiene un poco de cazadora entonces.

Disfrutó mucho más interpretando a Miss Havisham que a Lady Dedlock. "Porque es un poco maliciosa y traviesa y sus diálogos son más poéticos. Y también porque es mucho más excéntrica". Hablamos un poco acerca de Dickens - dice no ser más adepta a él que a Emily Bronte o a Edith Wharton – y sobre su amor por Londres. "Se siente como estar en casa y ha sido así desde hace mucho tiempo". Sus ojos se iluminan cuando habla sobre el apartamento en Haringey en el que vivía de niña y también al comentar acerca del "aroma a cobertura" de Crouch End.

Se disculpa porque tiene que retirarse. Le pregunto a dónde se dirige y las puertas se bajan nuevamente. "Tengo que ir a una premier", dice tímidamente. ¿De qué? "Um, nada en lo que yo participe". Sigo preguntando y eventualmente descubro que se dirige a la premier de "Mission Impossible 4", porque "algunos amigos" aparecen en el filme. No es Tom Cruise, resulta ser un buen actor británico cuyo nombre no va a decirme (presumo que se trata de Simon Pegg) Parece como si lo estuvieras temiendo, le digo. Se echa a reír y pone su mejor cara con dientes apretados. "No estoy muy segura porque estoy yendo, pero será divertido. Lo será."




Artículo Original: The Telegraph.
Imagen: Gracias a @Tofflee.
Traducción: EGA.

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