Traducción de la entrevista que Gillian concediera para la revista The Sunday Times en la que promociona Shadow Dancer. Y aunque el artículo es bastante extenso no aprendemos nada acerca de los futuros proyectos de la actriz ni de otros temas de demasiada relevancia, aparte de la obvia curiosidad morbosa de la periodista por su vida personal, claro está...
¿La sexualidad? Es fluida…
¿La sexualidad? Es fluida…
Por Eleanor Mills.
Julio 29 de 2012.
Fotografías por Harry Borden.
En una ocasión
fue elegida como la mujer más sexy del mundo. Ahora, Gillian Anderson ha generado
rumores al asistir a un pomposo baile para lesbianas. Ella conversa con Eleanor
Mills sobre su nuevo thriller, su pasión por Londres – y el por qué disfruta de
una vida complicada.
Fue la fiesta más
glamorosa del verano. Por primera vez un evento de alto perfil sólo para
mujeres reunió a las damas más exitosas de Gran Bretaña bajo el auspicio de una
lustrosa revista con la finalidad de mezclarse, charlar y reír. En un esmoquin
blanco de piel, Mary Portas, Reina de las Tiendas, mostraba con orgullo a su
embarazada pareja Melanie Rickey, mientras que la realeza literaria lesbiana en
la forma de Jeanette Winterson y su nueva bella, Susie Orbach, terapeuta de la
princesa Diana, compartía con Emma Freud y estrellas de Hollywood, incluyendo a
Gillian Anderson.
Después de los
bombardeos paparazzi que acompañaron cada movimiento que dio como la icónica
Agente Scully en la sensación mundial de los 90s, The X-Files, Anderson es
cautelosa cuando se trata de caminar por la alfombra roja debido a la
publicidad que acompaña esos eventos. En estos días, ella huye del deslumbrante
Los Angeles hacia lo que llama "la pasada de moda" parte de Londres, desde
donde se traslada hasta una casa de campo en Wiltshire en un enorme vehículo
Land Rover Discovery.
En cuanto a
trabajo, ha participado en proyectos de más bajo perfil pero de calidad,
apareciendo en dramas británicos intelectuales para la BBC – como una aclamada
Miss Havisham en Great Expectations, una obsesionante Lady Dedlock en Bleak
House, y películas artísticas. Así que, ¿Por qué tan inusualmente decide
provocar las malas lenguas poniéndose un vestido de satén rojo y Louboutins
plateadas para asistir a la fiesta de lesbianas de Tatler? ¿Está tratando de
decirnos algo?
Anderson ríe, su
pequeña figura se ilumina con alegría, sus camaleónicos ojos azul-grisáceos
brillan. "Simplemente pensé, ¡qué demonios!", dice en un sorprendente acento
inglés de clase alta (cómo suena, aparentemente, depende de con quién esté
hablando; en Londres suena elegante, en Chicago, tiene un acento americano del oeste
medio) "Me reí mucho esa
noche, fue una completa alegría. Eran únicamente mujeres, lo que fue divertido. La
atmósfera era genial, había los más deliciosos aperitivos y tuve un par de
conversaciones maravillosas. Pasé riendo la mayor parte de la fiesta y afuera
en los balcones mientras la gente fumaba sus cigarrillos..."
Hace una de sus largas
pausas de marca registrada, en la que parece estar pensando una última línea
particularmente apropiada. Con gran dramatismo dice, "Fue muy agradable..." – que
resulta un poco como un anticlímax.
A pesar de no
beber ("Es mucho más fácil, porque sabes que no harás nada estúpido"), ha caído
en un nuevo grupo social. "Se dio a causa de Emma Freud", me dice, en tono
confidencial. "Recientemente me he hecho amiga de este grupo de mujeres
escritoras: Emma Freud (esposa de Richard Curtis el escritor de Four Weddings
and A Funeral), y Emma Kennedy (actriz y escritora) – una mezcla de comediantes
y escritoras. Pero Emma Freud
me ha estado ayudando con un guión llamado The Speed of Light en el que he
estado trabajando durante la última década... ella le ha invertido un trozo realmente generoso de su tiempo. Así que
cuando me seguía diciendo, 'Ven, será divertido', pensé, 'Bueno, estoy a punto
de salir de la ciudad por siete u ocho semanas, así que ¿por qué no?'"
Pero, ¿hay algún
mensaje más profundo aquí? ¿Fue una forma de declararse como parte de la
hermandad Sapphic de la sociedad? Otra carcajada. "Eso no me molesta en absoluto, pero no
sabía que hubiera un alboroto por ello, todo eso me pasó de largo. No estaba tratando de decirle nada a nadie. Simplemente estaba pasando
un rato con los amigos."
La aparición de
Anderson en tal momento del fin de semana del Orgullo Gay se produce justo después
de su admisión a la revista OUT de que había tenido una relación lésbica
durante su fase punk, mientras cursaba la secundaria en Michigan a principios
de este año. Una amiga que estuvo invitada a la fiesta dice que hubieron varias
conversaciones al respecto durante la velada por otras mujeres (alrededor de
dos tercios de las invitadas eran homosexuales y Anderson era vista como
atracción principal)
"Oh, sí", dice
Anderson cándidamente. "Estaba hablando con OUT sobre homosexuales y elección,
y sobre la opinión de que de cierta forma puedes optar por no ser gay. Me
decidí hablar sobre ello ahora, porque alguien con quien estaba en una relación
hace unas décadas atrás – una mujer – falleció hace como un año. Estaba hablando
sobre ella y en el contexto de la amable conversación que estábamos teniendo,
pensé que podía comentar que había tenido un par de relaciones con mujeres. Pero esa no fue mi experiencia, porque yo tuve una opción. Siempre supe que
aún me gustaban los muchachos. Ser gay nunca fue algo con lo que me
identificara en un ciento por ciento, porque sabía que para mí no era el único
camino. Y no había hablado antes de ello, porque actualmente no existe el mismo
miedo y el estigma que existía entonces. Ella acababa de fallecer y simplemente
quise hablar de ello en un dado-por-hecho tipo de tono.
Me comenta que ha
patrocinado y ha colaborado en la recaudación de fondos para The Trevor
Project, una línea telefónica estadounidense creada por un productor homosexual
– un amigo de la lesbiana actriz Jodie Foster – a quien conocía por The
X-Files. La organización dirige un servicio de 24 horas, los siete días de la
semana en Estados Unidos para adolescentes confundidos acerca de su sexualidad.
"Siempre he apoyado a The Trevor Project. Hay muchos adolescentes
confundidos acerca de su sexualidad. Y soy consciente de la necesidad de hablar
abiertamente sobre la fluidez de la sexualidad. Ni siquiera puedo imaginar lo que es crecer sabiendo que
serás rechazado por tus padres o tus amigos cercanos si sales del closet. Debe ser
tan terrible tener buenos amigos en frente de quienes nadaste o enfrente de
quienes te quedaste y te cambiaste, sabiendo que al aceptarlo estás tomando
la decisión de perder esas amistades porque algunos se sentirán muy incómodos
con lo que está ocurriendo bajo la superficie."
Le pregunto si eso representa más que un problema debido a la
fuerza de la Religión Cristiana en América. Fijándome una mirada que brilla con malicia, dice con firmeza: "La respuesta es ¡Sí!". Ella cree que en la actualidad necesitamos tener "una conversación
más matizada acerca de la sexualidad y su fluidez". A modo de ejemplo, señala
que en Sri Lanka, donde pasa mucho tiempo (y en todo el Oriente
Medio y Asia Meridional, de hecho), se ve a muchachos jóvenes caminando por la calle
tomados de la mano. "Tengo una mente inmensamente abierta y no soy homofóbica, pero
aún así me resulta una sorpresa porque es tan inusual para nosotros ver a hombres
heterosexuales comportarse de esa manera."
Es extraño que de pronto Anderson esté siendo tan abierta sobre
estos aspectos de su mundo y su pasado, porque ella es, como según me dijo
cuando hablamos de su reciente incursión en Twitter (20.000 seguidores hasta
ahora), "una persona dolorosamente privada y controladora". Sus nueve años en The X-Files, cuando era una de las más
grandes estrellas de la televisión del mundo, la han hecho tan paranoica que ni
siquiera me dice más o menos en qué área de Londres vive. "Vivo en los barrios
donde no hay paparazzi", dice con firmeza. "Tuve mucho de eso en Norteamérica y mucho, cuando al
principio me mudé aquí. No es tan malo ahora. No hay tanto escándalo en mi
vida. No soy Keira Knightly. Yo no atraigo esa clase de atención o hago cosas
que terminen en la prensa o me pongan en el radar". Aparte de asistir a la fiesta
solo para mujeres de Tatler, por supuesto, bromeo. Me da una mirada severa. Oh, pero las
persianas pueden bajarse rápido.
Anderson disfruta ser contraria y contradictoria. Hablar con
ella es extraño: largas pausas, luego grandes cucharadas de palabras, después
reticencia. Su encanto tiene la intensidad de un láser: cuando se centra por completo
en ti, es hipnótico. Pero es imposible predecir qué cosa la molestará y qué la
hará guardar silencio. Como adolescente en la puritana América de clase media,
tenía el cabello de color púrpura, gustos salvajes en enamorados y fue votada
como 'La Persona con Más Probabilidades de Acabar en la Cárcel' por sus
compañeros. Tal vez la transición de Haringey, al norte de Londres, a Grand
Rapids, Michigan, cuando tenía 11 años, fue lo que la hizo una marginada; ella
admite siempre haberse sentido como "un comodín". A pesar de haber tenido sus dudas sobre la televisión
convencional terminó como una de los protagonistas de The X-Files. Luego se
alejó. Me imagino que se enorgullece de ser un tanto esquizofrénica en sus
gustos y elecciones. Estoy segura de que esas cualidades camaleónicas la hacen
una gran actriz – puede trasmitir volúmenes con sus ojos. Sin embargo, la hacen más teatral y frágil en la realidad (físicamente es muy pequeña, como un ave,
un clásico dulce de Hollywood)
Cuando hablamos sobre su próxima película, Shadow Dancer –
un thriller ambientado en Belfast y basada en el libro del mismo nombre de Tom
Bradby, el editor político de ITN y amigo de Will y Kate – comenta que la clave
de su personaje (cabecilla de MI5) "fue el andar". Tenía que ser ruda y
masculina, desmintiendo su atractivo físico. La película se centra en una
madre soltera que es parte de una familia miembro del grupo IRA, que es presionada
para convertirse en informante o perder a su hijo. Fue aclamada como una
brillante cinta de combustión lenta por los críticos en el Festival de Sundance
(a mí sólo me pareció lenta) Aunque el papel de Anderson es esencialmente un
cameo, fue integrada al elenco antes que Clive Owen y Andrea Riseborough, los
actores principales. Los productores probablemente pensaron que necesitaban un
poco de magia en la taquilla.
Fotografías por Harry Borden.
Anderson es una persona extraña: alterna entre cálida y
amigable, a caprichosa y nerviosa. Su conversación es pausada; en un momento es
todo umhs y monosílabos, y en el siguiente, en uno bastante peculiar habla por
ejemplo del "movimiento" de abrazo ("Cuando la gente da señales claras que indican 'Voy a dar abrazos'", explica amablemente) o del comportamiento de las personas
en las ciudades.
"Algo que me fascina sin fin es como existimos lado a lado
con otros seres humanos en el planeta, sin interactuar. Cómo podemos estar en
una ciudad, una multitud, un concierto con gente alrededor y no tener ninguna
clase de interacción... Hemos decidido que esa es la forma en la que existimos en
este planeta. Sin embargo, me encanta cuando vas a una ciudad pequeña o una
isla pequeña y todo el mundo te habla."
"Estoy hablando de mirar a otro ser humano en la cara y
decir 'Hey' y sonreír. Me encanta cuando te encuentras en un ascensor, en la
acera de la calle o en un concierto e interactúas con otra persona que está allí,
sólida y presente, en su propia vida. Cuando se reconoce la presencia de otro
ser, es mágico..."
Habla bastante sobre este tema; la terapia habla de "vivir en
el momento". Cree firmemente que la tecnología desestima ese objetivo. "Me acabo
de unir a Twitter. Me he resistido, porque cuando hablo con alguien quiero
estar hablando con esa persona en particular, moldear mis comentarios para
ellos. Y no tengo nada que decir sobre el situación del mundo, la sola idea
me hace temblar. Además, siempre busco simplificar mi vida – no añadir otra
excusa para estar en mi BlackBerry en lugar de mirar el mundo a mi alrededor, de
estar plenamente ahí, mirando los árboles. Es particularmente cierto cuando
estoy con los niños..." Anderson tiene tres hijos: Piper de 17 años (de su
primer matrimonio con el asistente del director artístico de The X-Files), que en
gran medida se ha quedado en Vancouver con su padre, a pesar de estar en un
internado inglés; y dos niños, Oscar de 5 años y Felix de 3, de su relación con
Mark Griffiths, un empresario británico (que hizo su fortuna en el negocio de
las ruedas de sujeción)
Le pregunto si tiene una pareja en este momento. Su
respuesta es peculiar. "Umh... sí... ummh... ummh..." Hay una pausa larga. "Di que sí",
titubea finalmente.
¿Es el que conocemos?, pregunto. ¿El padre de tus dos hijos
menores, o uno nuevo? "Ummh, no, no... ¿Por qué me lo preguntas?", contrarresta.
Al principio, habíamos estado hablando sobre sus planes para
el verano, a lo que me explicó que lo que realmente constituyen unas vacaciones
para ella es "pasar cuatro o cinco días con mis amigas, sin niños. Ese tiempo
con las chicas es simplemente divino. Leer un par de libros, tomar el sol; es el paraíso". Le comento que me pregunto si tiene una nueva pareja porque no ha
mencionado a su compañero en relación a sus planes vacacionales. "Pero he
estado haciendo esas vacaciones solo de chicas desde hace tres años", dice. Así que, ¿todavía estás con el padre de tus dos hijos menores? "Sí, sí", posa su mirada
en la distancia y se mueve incómodamente en su silla. Es evidente que el tema ha
sido cerrado.
Intento otro camino, le pregunto por qué, cuando terminó de
hacer The X-Files, después de nueve temporadas y tenía el dinero suficiente como
para vivir en cualquier lugar que le gustara, decidió regresar a Londres. Este
obviamente es un territorio más fácil. Anderson se relaja y rebosa de
entusiasmo juvenil, mientras habla de la ciudad que siempre le ha significado
hogar. "No es una casualidad que mis dos pequeños nacieran aquí. Crecí en
Londres, conservamos el apartamento en Haringey por años, incluso después de
que mi familia se mudara a Estados Unidos. Solíamos regresar en el verano y pasar
un tiempo aquí. Y aún después de mudarnos a Norteamérica siempre sentí
nostalgia por Inglaterra". Hace una pausa, inclinándose hacia adelante y dirigiéndome
una intensa mirada azul. "Podía volver y oler los setos; siempre sentí que una
parte de mi interior estaba siendo atraído de vuelta hacia aquí."
Fundamentalmente, Londres también fue el lugar donde siempre
se había imaginado a sí misma como adulto. "Cuando tenía 16 años estábamos aquí
de visita y fuimos a cenar con unos vecinos de Haringey. Eran una pareja muy
internacional y tenían este glorioso apartamento – Victoriano, creo, aunque se
sentía como Georgiano – con pisos de madera y arte que habían recolectado en
sus viajes. Alfombras kilim, chimeneas expuestas, colores brillantes, muy al estilo
del norte de Londres... Resumió cómo me veía a mi misma como un adulto, cómo sería."
Cuando dejó The X-Files, Anderson decidió que quería hacer
una obra de teatro en Londres y adquirió un lugar aquí. En efecto, se siente
que las propiedades son su verdadera pasión. "Me encantan los edificios. Amo sus personalidades", dice. "Compro los lugares para remodelarlos,
terminando necesito otro proyecto. Es en parte una inversión, en parte un
esfuerzo creativo". Aunque ya tenía tres
casas en Londres antes de recordar que había un plan.
"De pronto pensé, ¿cuál era mi idea original? Esos tres
interiores que había hecho no seguían la línea de ese sueño inicial de ser un adulto
viviendo en Londres, así que me trasladé de Notting Hill a esta área". Estamos
hablando de una gloriosa casa en Fitzroy Square, W1, que es el hogar del Grupo Georgiano. "Esa mezcla de antigüedades y estilos modernos funciona mejor en las casas Georgianas."
Anderson además, acaba de renovar una antigua casa colonial
en Sri Lanka, que ahora está tratando de vender. "Pensé que podía convertirla
en un hotel boutique o en una propiedad de alquiler, pero luego decidí que no
quería ser la propietaria de un hotel o la persona a la que los inquilinos
llaman debido a que el techo tiene goteras. Lo que realmente soy es una negociante de
propiedades."
No es sólo la arquitectura de Londres lo que la atrae, a
pesar de las carreras para la escuela de todos los días (sus hijos van a
escuelas privadas), se asegura de mirar hacia arriba para admirar los edificios
– también se trata de la mezcla social. "Londres continua sorprendiéndome", comenta. "Estoy impresionada con lo rápido que se hacen las cosas aquí en términos de
transporte en comparación con Norteamérica". Eso ciertamente es una
sorprendente asunción de nuestra metrópolis. "También es agradablemente
sorprendente cuán verde es para ser una ciudad urbana tan densamente poblada. Y
me encanta el número de culturas que viven unas sobre otras. En cierto grado consigues
eso en Nueva York, pero no en Los Angeles o el medio este americano."
"Londres es un lugar estupendo para criar a los niños. Mi
hija decidió ir a un internado a los 14 años y ahora no puede esperar para
vivir en Londres. Su elección de una universidad estará basada en eso, se está
esforzando para vivir aquí en un apartamento. Las dos juntas vamos a numerosos shows
y obras de teatro. En verdad tenemos eso en común; aprovechamos todo lo que la
ciudad tiene por ofrecer. Y me encanta la proximidad de Londres con el resto
del mundo."
Anderson hace una pausa, mira su reloj y suelta un pequeño
alarido. "Cuatro minutos y los guardias de tráfico me atraparán. Ven, caminemos
hasta el auto". Empieza a charlar amigablemente sobre los aparcamientos y la
mejora que significan en la alimentación de dinero en los metros. Le advierto –
no pueden haber muchos personas de la lista A que estén bien informados de las
entradas y salidas de los horrores del manejo de estacionamientos de nuestra capital.
Recogiendo las prendas que trajo para la sesión de fotos –
una camisa Brora irregular de color blanco y negro, y una falda negra ajustada –
ahora está de vuelta en su estilo civil: una larga falda gitana de color azul
marino y un abrigo tipo Chanel color crema. Sus pies se ven diminutos en unas sandalias
plateadas de cuña. "Generalmente me siento más libre aquí", confiesa. "Libre para
ser quien quiero ser al salir de casa todos los días..."
Puede que Scully se haya ido hace mucho tiempo, pero aún es
perseguida por The X-Files. De repente, una imagen de Anderson como Miss
Havisham, la novia plantada, que fue incapaz de seguir adelante, me viene a la
mente.
Shadow Dancer se exhibe en cines el 24 de agosto.
Artículo Original: The Sunday Times.
Transcripción: All About Gillian.
Traducción: EGA.
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