Por Alice Wyllie.
Octubre 28 de 2012.
Fotografía por Jamie Baker.
Gillian Anderson encontró
la fama como una escéptica cazadora de extraterrestres en 'The X-Files', pero su
descubrimiento de los dramas de época y pequeños papeles en películas independientes, le ha aportado una verdadera satisfacción.
Cuando Gillian Anderson se
presenta para nuestra entrevista, necesita tomarse un momento antes de iniciar.
Se está trasladando de casa el día de mañana y se le ve claramente trastornada. "Sólo necesito poner mi mente en la zona", dice con una sonrisa cortés. "Muchas
cosas están pasando". Descansa su rostro entre sus manos por unos segundos
mientras se recupera, toma un respiro y está lista. Cambiarse de casa es un
trabajo estresante, aunque la actriz de 44 años ya tiene bastante experiencia.
Adquirió su primera casa
en Vancouver, en sus veintes, y ha comprado, renovado y vendido una docena desde
entonces: "Generalmente encuentro casas que necesitan ser terminadas, que
tienen personalidades, que tienen sentido con ese momento en particular en mi
vida."
Así que, ¿Qué es lo que tiene
sentido ahora? "La última fue una casa Giorgiana en Bloomsbury. Era muy oscura,
colorida y desordenada. Esta es blanca y, con suerte, sin desorden". Habiéndose
separado recientemente de Mark Griffiths, su pareja de seis años, y el padre de
sus dos hijos menores de un total de tres niños, parece la metáfora perfecta
para seguir adelante con su vida. Su decisión para mudarse frecuentemente es,
según dice, "Parte inversión, parte locura, parte distracción, y parte
creatividad."
Cuando nos encontramos –
para un café en el bar de un hotel de Londres – está indudablemente sin
producir, sin manicura. Es un frío y húmedo día Londinense y ella está envuelta
en gruesas capas, coronada con un largo abrigo blanco.
Es reflexiva, cortés,
cálida. Sus respuestas son completas y consideradas cuidadosamente; estará
feliz de pausar por cuando tiempo sea necesario para pensar en una respuesta
antes de darla. Su acento es puramente el de una niña de internado privado
(vivió en Inglaterra hasta la edad de 11 años, luego se mudó al otro lado del
charco hasta los 35 cuando regresó a Londres), sólo con el destello ocasional
de la cadencia del acento americano; cuando dice
"proceso creativo" por
ejemplo.
Estamos aquí para hablar
sobre 'Sister' (L'enfant d'en haut), una encantadora, intensa y a veces conmovedora
película Suiza de la escritora y directora Ursula Meier, que sigue la vida de
un niño, Simon (Kacey Mottet Klein) quien roba equipos de esquís en un costoso resort
vacacional y los vende para comprar alimentos para él y para su hermana mayor, Louise (Léa Seydoux). Anderson es Kristin, una mujer de clase media, madre de
dos niños, que se encuentra con Simon mientras vacaciona en las pistas. La
existencia privilegiada de Kristin contrasta dolorosamente con la caótica
crianza de Simon, y sus intentos de crearse brevemente un lugar para sí mismo en
su vida familiar son desesperadamente tristes.
Como madre ella misma (de
Piper de 18 años, Oscar de 5 y Felix de 4), ¿Cómo se vio afectada por los temas
centrales de la película; el abandono y la negligencia de un niño vulnerable?
"Hay ciertas cosas en la
vida que simplemente no dejaré que mi mente explore. Una de esas cosas son
flashes de tus propios hijos siendo lastimados, entrenas tu mente para decir, 'No voy a pensar sobre eso'. En ocasiones eso puede pasar al ver una película
que te lleva por un camino que es desafiante de cierta forma. Me doy cuenta que
hago eso cuando se relaciona con niños y todo lo que tenga que ver con abuso
físico o emocional, o abandono, conscientemente tengo que mantenerme presente
en el tema con el objetivo de experimentar lo que los personajes están
viviendo."
Lo de Simon es "una tajada
particular de abandono". Él tiene una relación difícil con su hermana mayor,
quien no puede o no quiere conseguir un trabajo, pero él está tan desesperado
por afecto, que en una escena ofrece pagarle para que le permita dormir en su
cama. En otra, abraza a Kristin como si fuera la cosa más cercana que ha tenido
a una figura materna.
"Hay algo acerca del
hecho", dice Anderson, "de que estén en un estación vacacional para esquiar, que
potencialmente, para una buena parte de la audiencia, resultará ser un ambiente
familiar. Es más fácil adentrarse en la tragedia de la situación, porque que de
alguna manera, es más reconocible y accesible, con la yuxtaposición entre la
riqueza y su cierto tipo de arrogancia, pero al mismo tiempo, existe la compasión
y un intento de entender la conexión, y la enorme división entre seres
humanos."
Su papel en la película
es uno secundario, pero entonces, ella tiende a elegir roles pequeños para la
pantalla grande, desde la esposa del doctor en 'Last King of Scotland' el año
2006 hasta la insistente publicista de Hollywood, Eleanor Johnson en 'How Lose
Friends and Alienate People' en 2008.
Tan cortos pero agradables
papeles son elegidos en base a la necesidad de pasar el menor tiempo posible
lejos de sus hijos. Aparte de eso, el hecho de que pasara nueve años, desde 1993
hasta 2002, prácticamente viviendo fuera de un remolque en el set por su papel de
Dana Scully en 'The X-Files' – uno de los programas de televisión más populares
de todos los tiempos y la serie que lanzó su carrera – la hacen un poco
cautelosa de comprometerse con proyectos de largo plazo: "Cuando tengo
conversaciones sobre proyectos que son de larga duración o tardan más en
filmarse, mi corazón comienza a palpitar. Me pongo un poquito claustrofóbica con
ese tema."
Cuando concluyó con 'The
X-Files', la primera cosa que Anderson quiso hacer fue una obra de teatro, e
hizo su debut en West End en 'What The Night Is For' el año 2002. Ha sido en la
televisión británica, sin embargo, donde realmente dejó su marca desde 'The
X-Files'. Fue nominada a un Bafta, un Emmy y un Golden Globe por su
interpretación de Lady Dedlock, en la adaptación de 'Bleak House' de la BBC el
año 2005, un rol que fue una completa partida de su trabajo anterior y que fue
el primero de un puñado de aclamadas representaciones en dramas de época.
"Cuando me dieron el
papel en 'Bleak House', fue la primera vez que alguien se acercó a mí y me dijo
‘Creemos que puedes hacer esto’ y creo que pensé, '¿Por qué yo? ¿Qué les hace
pensar que puedo hacerlo?'", dice. "Pensé que podía, pero nadie más parecía
haber pensado que sería capaz de hacer algo como eso. Así que, sentí que tenía
la obligación de demostrarme a mí misma, que este ideal que tenía como una
joven actriz, mi fantasía de hacer este tipo de cosas, que en realidad aquí
estaba la oportunidad y esto era exactamente lo que había deseado y que sería
lo mejor llevarlo a cabo."
El año pasado interpretó
a la marchita dueña de burdel, Mrs. Castaway en 'The Crimson Petal and The White' y a la llamativa Miss Havisham en 'Great Expectations', ambas para la BBC.
Habiendo pasado los diez primeros años de su carrera como una especie de reacia
pin-up, actualmente se embarca en el tipo de personajes curtidos y retorcidos
al que los lectores de la revista FHM no le darían ni una segunda mirada. Además,
al aceptar papeles secundarios puede evitar todo el alboroto, todo el glamour
proyectado que a menudo acompañan a los roles protagónicos. "Incluso cuando era
adolescente y comencé a pensar en la actuación, siempre imaginé que lo que
sería para mi, involucraría algún tipo de transformación física y que tendría muy
poco que ver con la vanidad", dice. "Creo que en la idea de una protagonista existe una cierta cantidad de vanidad que viene adherida, o por lo menos una
expectativa de vanidad."
La vanidad, en el sentido
tradicional de la palabra, nunca ha tenido mucho atractivo para ella. Ella fue
una adolescente punk y es célebremente sabido que se presentó en su audición
para 'The X-Files' luciendo indudablemente desaliñada. En aquel momento, 'Baywatch' era el programa
más popular de la televisión, y resulta que los productores habían imaginado a
Dana Scully como una rubia de busto grande y piernas largas. Se arriesgaron con ella
y al final valió la pena.
¿Sintió presión al hacer
el papel de Miss Havisham, uno de los personajes más famosos de la literatura,
que ha sido interpretado por todos, desde Charlotte Rampling hasta Anne
Bancroft? "No. Quizás por ignorancia o ingenuidad. Creo que me presiono mucho
más con los roles que están destinados a la pantalla grande. Supongo que,
después de haber estado frente a la pantalla chica por tantos años, existe una
cierta zona de confort ahí. Sé cuáles son mis límites, así que se siente
bastante seguro trabajar allí. Si en su lugar, Miss Havisham, hubiera sido para
la versión cinematográfica, habría sido una situación en la que habría podido
tener un par de ataques cardíacos."
Anhela interpretar a
Blanche en 'A Streetcar Named Desire', una idea que la "petrifica absolutamente",
comenta. "Pero simplemente resulta ser la única cosa, que por la razón que sea,
siempre he querido hacer. Así que nuevamente, siento que es algo que me debo a
mi misma el seguir tratando de conseguirlo, para que de esa forma cuando tenga
60 años no sienta que no lo intenté lo suficiente, o que se convierta en algo de
lo que de alguna manera me arrepiento. Generalmente no suelo aferrarme a
arrepentimientos, pero también creo que hago hasta lo imposible para no tener
cosas en mi vida de las que eventualmente me arrepentiré."
Se ríe, una sonrisa que
parece dar a entender que no es del todo posible, pero que de todos modos intentará
hacer su mejor esfuerzo.
De vez en cuando, Anderson,
siente la necesidad de ponerse al tanto delo que su industria tiene por ofrecer,
los roles que están flotando alrededor. Le nace el impulso de volar a Los
Angeles, de asistir a reuniones y de "hacer que las cosas sucedan de la manera
en la que creo que quiero que sucedan, de exponerme de forma diferente o ir
tras de ciertas cosas". Pero no está segura si realmente tiene esa forma de ser
en ella. "No soy esa persona en realidad, y nunca sé si es porque soy perezosa
o si es porque amo Londres, me encanta estar aquí y me encanta todo lo
relacionado con esta ciudad". Renunciar a todo eso para emprender el juego en Los
Angeles, "tal vez sea intentar ser alguien que no soy."
Lo siguiente es 'The Fall',
una serie de la BBC en la que interpreta a DSI Stella Gibson, una investigadora
traída para encontrar a un asesino serial que anda suelto. Esta es, dice, "La
primera vez que me embarco en lo que podría considerarse una serie. Así que es
peculiar en sí mismo."
'The Fall' se estrenará a
inicios del próximo año, cuando también aparecerá junto a Michael Caine y
Clemence Poesy en 'Mr. Morgan's Last Love'. Antes de que nada de eso suceda, sin
embargo, está el pequeño asunto de cambiarse de casa nuevamente, con lo que tiene
que lidiar. Nos despedimos y ella regresa a su antigua casa para organizarse en
preparación para la nueva.
Sister llega a los cinemas el 2 de noviembre.
Artículo Original: Scotsman.com.
Traducción: EGA.
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